(Leer primero: "Capítulo 1: ¡Concéntrate!")
Cuando te levantas del sillón notas bajo tu pie algo como recubierto de pelo, de forma alargada y que te hace pensar que el estar descalza en casa no es lo adecuado, y más si tienes un gato. Sí, es tu gato blanco llamado Meili, que parece que estaba dormido y lo has despertado. ¿Sabes qué es lo peor? Él ahora se enfada contigo, pero... es que tú no tienes la culpa; no sabías que estaba ahí. Pues nada, él está rabioso y tú estás más enfadada todavía. No puedes leer porque una niña que llora no te dejaba, estás harta de que no puedas leer tranquila, mosqueada, y ahora encima el gato se te pone enfurruñado. Mal día, quizás.
Pasa del gato, aunque te mire mal no conseguirá nada. Así que ve a la cocina a por el dichoso batido. ¿Batido? ¿Para qué? Bah, da igual, hoy todo te sale mal así que decides que ni irás a por el batido, sino que te vas a ir a la calle, fuera de tu casa; con tu libro. Es que cuando por fin tienes unos días libres de exámenes, te gusta relajarte, y nada mejor que leer un poco de tu lectura favorira en un lugar tranquilo, donde haya poca gente que te moleste. ¿Qué tal estará el día? Asómate a la ventana del salón y mira el cielo: despejado y con buena pinta. Crees que la playa sería perfecto, ¿verdad? No corre ni gota de viento. Así que dejate ya de tonterías y sólo coge las chanclas, te vas a la playa; que te lo mereces.
Sales de tu casa, pero... ¡Espera! ¿Dónde vas tan rápido? ¡Has de avisar a tu madre! Pero no vayas a casa de la vecina, ni tampoco le digas nada a tu hermana, mejor no; que encima está con la niña esa de mirada rara... Mejor coge uno de los papelitos que están en la mesita del teléfono. Sí, y también coge un bolígrafo. Y con la mejor letra que te salga, escribe:
"Mamá, estoy por la playa;
creo que no tardaré"
Muy bien, eso es, déjalo ahí que tu madre lo verá seguro. No cojas llaves ni nada, tu hermana no saldrá de casa y luego estará tu madre seguro así que puedes despreocuparte por hoy. Lo que llevas de día está raro así que ya toca que evites tantos problemas.
En fin, sales de tu casa, cierra la puerta porque más de una vez se te ha olvidado, con lo despistada que eres y escaleras abajo corriendo, para salir de la casapuerta y encontrarte en tu calle. No hay mucha gente, sólo 2 abuelos paseando por la acera contraria así que ve rumbo a la playa, hacia la derecha. Es poco, hasta llegar a la esquina y doblar para seguir todo recto hasta el paseo marítimo.
Pues con el buen día que hace, es raro que no haya mucha gente en la calle. En fin, no te preocupes, tú sigue tu camino. Y ten cuidado con el libro, no se te vaya a caer. Todo recto, todo recto y ya se va viendo no sólo el mar, sino también la arena clara y limpia de esa playa que tanto te gusta. No hay casi nadie, perfecto. Qué bien se debe estar allí, qué ganas de estar cuanto antes, aligera el ritmo pero no corras mucho, sonríe porque vas a estar tú solita y poder sumergirte en la lectura esa que... ¡Eh espera! Mira hacia atrás, algo raro has visto. Esa tienda nunca la habías visto. Sí, en tu acera, retrocede unos 3 pasos y mira la tienda. Sólo un cartel de 'Abierto' está colgado en la puerta. Una puerta marrón oscura, y un escaparate al lado empapelado por dentro con hojas de periódico, vamos; no ves nada.
¿Y si...
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1 comentarios:
eehhh lo cortas en lo más interesante
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