Un instrumento musical es un objeto compuesto por la combinación de uno o más sistemas resonantes y los medios para su vibración, construido con el propósito de producir sonido en uno o más tonos que puedan ser combinados por un intérprete para producir música. En principio, cualquier cosa que produzca sonido puede servir de instrumento musical, pero la expresión se reserva, generalmente, a aquellos objetos que tienen ese propósito específico.
Existen muchas divisiones alternativas y subdivisiones de instrumentos. Generalmente, al estudiar los instrumentos musicales es frecuente encontrarse con la clásica división de los instrumentos en tres familias: viento, cuerda y percusión. Sin embargo, debido a que esta clasificación está orientada a los instrumentos de la orquesta sinfónica, adolece de ciertas restricciones y defectos. Debido a ello, algunos musicólogos sencillamente amplían esta clasificación añadiendo hasta tres categorías adicionales: voz, teclados y electrónicos. Sin embargo, en 1914 los musicólogos Curt Sachs y Erich Hornbostel idearon un nuevo método de clasificación que, atendiendo a las propiedades físicas de cada instrumento, pretendía ser capaz de englobar a todos los existentes.Una tercera clasificación, muy seguida en el este de Asia, clasifica los instrumentos atendiendo a sus materiales de construcción: metal, madera, barro, cuero, entre otros.
No es un rollazo, os dejo con un poco de teoría respecto a las clasificaciones.
Clasificación de Sachs-Hornbostel
El primer nivel de esta clasificación está dado por el elemento vibrante que produce el sonido. Por consiguiente, los instrumentos se clasifican en:
- Cordófonos. Su sonido se produce por mediacion de cuerdas
- Aerófonos. El elemento vibrante es una columna de aire que suena al echar un gas contundente
- Membranófonos. El elemento vibrante es una membrana.
- Idiófonos. El mismo instrumento es lo que vibra.
- Electrófonos. El sonido es creado mediante circuitos eléctricos (no confundir con instrumentos electro-acústicos, que generan el sonido de manera no-eléctrica, pero es amplificado o modificado por medios eléctricos).
La clasificación clásica es:
Esta clasificación clásica se aplica en el contexto de la orquesta sinfónica, tanto en lo que se refiere a la orquestación y el análisis musical como a la dirección. La asignación mutua entre ambas clasificaciones es la siguiente:
- Los instrumentos de cuerda de la orquesta sinfónica son todos cordófonos.
- Los instrumentos de viento son todos aerófonos.
- Los instrumentos de percusión se reparten entre los grupos membranófonos e idiófonos.
- Los instrumentos de teclado pueden ser cordófonos, aerófonos, idiófonos o electrófonos.
- El único electrófono admitido como parte de la orquesta sinfónica son las Ondas Martenot.
En el mismo contexto, la subdivisión usual de los instrumentos de viento se establece entre los siguientes grupos: el de los Instrumentos de madera, que independientemente del material de que están construidos incluye a los aerófonos de bisel (flautas), de lengüeta simple (clarinetes) y de lengüeta doble (oboes), y el de los Instrumentos de metal, que comprende a los aerófonos de embocadura.
Fuera del contexto de la orquesta sinfónica podemos observar que los estudios formales de música (p.ej. en los conservatorios) comprenden instrumentos fuera de la orquesta como la guitarra (un cordófono) o el saxofón (un aerófono de lengüeta simple).
En el contexto más general de la historia de la música, la voz humana tiene un papel paralelo al de otros instrumentos, aunque no recibe una clasificación formal dentro de los sistemas estudiados, es decir, no se considera un instrumento musical y no es objeto de estudio por parte de la Organología.
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