Nuestra historia: La Academia

La Academia
Por Francisco Antonio García Márquez

Todos los que me conocen se habrán dado cuenta que esta semana he estado un poco ausente, pensando en otras cosas y no demasiado centrado en mi día a día. Y en efecto ha sido así, estos siete días los recordaré siempre por la lectura de un extraño, complejo pero muy interesante libro, “La Caverna de las Ideas” del cubano Somoza. En él, entre muchas otras cosas, se describen muy completa y detenidamente a Platón, su mundo de las Ideas y una de las más importantes escuelas fundadas en la antigüedad, su Academia a la que dedicamos el artículo de esta semana.

La Academia fue fundada por el filósofo griego Platón en Atenas, sobre los terrenos del jardín de Akademos y en la cual se reunían los distintos filósofos de aquellos lejanísimos años. La fundó aproximadamente en el año 387 a.C., después de regresar de un viaje que le llevó a Sicilia, Italia y Egipto. En ella se enseñaban distintas materias, tales como música, matemáticas, astronomía, filosofía... Ello provocó que, desde su aparición, fuera considerada como una de las escuelas más importantes de toda Grecia.

Diversos historiadores y autores individuales establecen cuatro períodos bien diferenciados para esta escuela, cuyas etapas se dividen en la existencia de una Academia antigua, primaria; una Academia media; una Academia nueva; y, finalmente, una Academia novísima.

La primera de ellas se caracterizó principalmente por ser la fundada por Platón. Seguía la doctrina de su creador hasta que, años después, terminó por acentuar las ideas pitagóricas y matemáticas que se pueden encontrar en algunos de sus escritos. Tras la muerte de éste fue dirigida por Xenócrates, Crantor de Solis y Polémon entre otros.

Dentro de la propia Academia media (244 a. C.), los propios filósofos exageraban de forma amplia la crítica de su maestro al conocimiento sensible, y la generalizaban directamente a todo tipo de conocimiento que, al final, terminó por convertirse en un verdadero conocimiento de características marcadamente escépticas. Fue a partir de este momento cuando ya ese escepticismo comenzó a hacerse más plausible y certero, convirtiéndose en un escepticismo claramente moderado y probabilista. Hay una vuelta al método socrático. En esta etapa destacael nombre de Arcesilao de Pitana.

La Academia nueva (166 a. C.) y representada por Carnéades, que sin caer en un escepticismo absoluto, enseñaba que no se puede alcanzar más que lo probable, es decir, que es imposible tanto la certeza total como la incertidumbre completa.

La novísima, cuyos representantes fueron Filón de Larisa y Antioco de Ascalón, se acercaron más a las doctrina de Platón e intentaron conciliar con el estoicismo.

Lamentablemente, en nombre de la defensa del cristianismo, el emperador Justiniano decidió en el año 529 d.C., cerrar la Academia, conjuntamente con el resto de las escuelas filosóficas de Atenas, prohibiendo con ello y de forma drástica las enseñanzas filosóficas y la práctica de ésta.


Francisco Antonio García Márquez

0 comentarios:

Publicar un comentario