Tierra a la vista
Redactado por: Francisco Antonio García Márquez
Le debo mucho al deporte. No sólo por el simple hecho de que me divierte y me hace sentir bien físicamente; también me ha hecho conocer personas y lugares interesantísimos. No hace demasiado tiempo tuve la oportunidad de jugar un partido de baloncesto (mi segunda profesión, junto con la de estudiante) en la ciudad onubense de Palos de la Frontera. Desconocía totalmente lo que encerraba históricamente esa ciudad. Sabía que no demasiado lejos se ubicaba otro pueblo, Moguer, lugar de nacimiento de el gran Juan Ramón Jiménez, pero nada de Palos. Hasta que llegando a la ciudad pude ver monumentos por doquier de barcos y marineros en sus plazas y rotondas. Tras una buena victoria allí y ya en mi casa jerezana, busqué a cerca del pequeño pueblo de Huelva. Impresionante fue mi sorpresa al comprobar que de ese puerto de mar zarparon las naves que llevaron a Colón a América. Y qué mejor manera hay de que todos conozcamos algo más de esos cuatro viajes que hizo Cristóbal Colón al nuevo continente (buscando Asia) que publicando un artículo en “Sinjefe”. Así pues y sin más dilación con todos ustedes: “Tierra a la vista”.
Ultimados los preparativos la expedición que encontraría América, parte del puerto de Palos de la Frontera, el 3 de Agosto de 1492. La escuadra colombina estaba formada por las carabelas Pinta, Niña y la nao Santa María. La Pinta y la Niña fueron elegidas por los hermanos Pinzón y costeadas por el concejo de Palos. La tripulación estaba formada por unos 90 hombres aproximadamente.
El viaje no resultó fácil para nadie de hecho hubo conatos de amotinamiento, pero gracias a la presencia y las dotes de mando de Martín Alonso Pinzón se consiguieron resolver estas situaciones. Cuando ya se habían agotado todos los cálculos y previsiones realizadas por Colón, se oyó desde la Pinta el famoso grito de Rodrigo de Triana, «¡Tierra a la vista!», dos horas después de la medianoche del 12 de Octubre.
La isla estaba habitada por el pueblo Taíno. Estos habían organizado una sociedad agraria, relativamente avanzada, basada en el cultivo del maíz, la mandioca y el algodón, incluyendo otros importantes cultivos como el cacahuete, la piña, la batata y el tabaco. El propio Colón relata en su diario que cultivaban calabazas y algodón y que poseían casas y "huertas de árboles".
Taínos y españoles intercambiaron productos pacíficamente, pero aquellos no tenían posesiones de oro principal producto que buscaban los españoles. Sin embargo, a pesar de la buena relación entre taínos y españoles, Colón ya pensaba en Guanahani, en la posibilidad de esclavizarlos. Arribaron después a la isla de Cuba, bautizada con el nombre de Juana, y posteriormente a La Española.
En su primer viaje Colón capturó varios indígenas que fueron llevados cautivos a España, donde los reyes católicos ordenarían primero venderlos como esclavos y luego liberarlos. El 16 de Enero de 1493 emprendieron el viaje de retorno. Durante la travesía las naves se separaron por culpa de una fuerte tempestad. Finalmente Colón, con la Niña, consigue arribar a duras penas en Lisboa, Martín Alonso Pinzón hace lo propio en el puerto de Bayona. Las naves, por fin, llegaron a Palos el 15 de Marzo con pocas horas de diferencia, y Colón marchó a Barcelona para informar a los reyes de su descubrimiento, mientras que Martín Alonso Pinzón falleció a los pocos días del regreso, siendo enterrado seguramente en el monasterio de la Rábida según era su voluntad.
La segunda expedición salió de Cádiz a finales de 1493. Este viaje tenía como finalidad asentar la presencia española en los territorios descubiertos y encontrar el camino hacia India y Catay. La primera isla a que arribó fue La Deseada; después descubrió Puerto Rico y llegó a La Española. En la misma isla fundó la ciudad de la Isabela. Continuó su viaje de exploración y recorrido las costas de Juana y Santiago. A fines de 1494 se dirigió hacia el sur.
Tras este viaje se dedicó a consolidar el dominio sobre La Española. En 1496 regresó a Cádiz.
El tercer viaje comenzó en mayo de 1498. Colón partió de Sanlúcar de Barrameda y llegó a la isla de Trinidad a finales del mes de julio. Del 4 al 12 de agosto visitó el golfo de Patria, en la desembocadura del río Orinoco. Denominó a toda esta región Tierra de Gracias, por la amabilidad de los indígenas. Supuso que había llegado a un continente por la gran cantidad de agua dulce.
Posteriormente explora las tres islas del actual estado de Nueva Esparta, la isla principal la llamó Asunción. Finalmente arribó a La Española. En esta isla los españoles se habían sublevado por la falta de riquezas que supuestamente encontrarían. En una de las negociaciones, Colón propuso que a un grupo de españoles el regreso a Cubagua para el tráfico de perlas. Se fundó un asentamiento perlífero y más tarde, en 1528, de este asentamiento nació la primera ciudad fundada por españoles en continente americano, Nueva Cádiz.
Estrecho de Malaca. Este estrecho era el que buscaba Colón en su cuarto viaje, creía que había llegado a Asia, y lo necesitaba para llegar a las Indias. Salió del puerto de Cádiz con dos carabelas y dos navíos (La Capitana, La Gallega, La Vizcaína y el Santiago de Palos) el día 11 de Mayo. Pasando por Canarias, llegó a las Indias en 30 días.
Por los problemas surgidos en La Española, Nicolás de Ovanto, nuevo gobernador de la colonia, no permitió que Colón desembarcase a pesar de una inminente tempestad y que cambiase uno de sus buques por otro de mejores condiciones. Colón capeó como pudo el temporal y pasó a Jamaica, aunque la tormenta no le dejó hasta el 12 de septiembre, 88 días de tormenta.
Siguiendo al oeste, descubriendo la isla de Guanaja, en la costa de Honduras, encontró una embarcación con mercaderes mayas que le ofrecieron cacao. Siguiendo al este los sorprendió un huracán, durante varias semanas las 4 naves fueron sacudidas por la tormenta y el 12 de septiembre doblaron un cabo. Allí se calmó la tormenta y Colón lo bautizó como Cabo Gracias a Dios por decir "Gracias a Dios que al fin salimos de esas honduras" y de allí navegó hacia el sur.
Francisco Antonio García Márquez.
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2 comentarios:
Muy bueno Paco, de lujo tío.
Sin duda alguna, tu redacción es muy buena.
Enhorabuena.
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