Resurrección Blanca

Mientras los buitres buscaban carroña en el río Guadalquivir para saborear el morbo periodístico, yo escribía el siguiente artículo:

Jornada de infarto. El español volvía ser el mejor amigo del R. Madrid meses después de la famosa noche de Tamudo. Mientras tanto, en la capital, un equipo de blanco humillaba al R. Betis sin despeinarse. Es curioso ver como aquí con 7 puntos de diferencia, los culés están como mínimo intranquilos por el título de Liga, y en Inglaterra; con la misma diferencia, el Man U tiene casi sentenciada la Premier… en fin. This is Spain. Empecemos con los intranquil… digo con el Barça.

La primera parte del Barça tiene poco que destacar. Los culés empezaron apretando, pero las continuas pausas del juego provocados por el español hicieron que el Barça cayera en su juego y llegasen al descanso con 0-0, apenas una ocasión y un futbolista menos, por expulsión, poco menos que discutible, de Keita. Siempre he sabido que el equipo de los leprosos era el Newels Old Boys argentino, pero desde el partido del sábado, tengo mis dudas.

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La segunda parte del Camp Nou fue un auténtico despiporre. El español se adelantaba en el marcador con un gol de Ivan De la peña de cabeza (el primero de su carrera). El segundo tanto españolista llegaría por parte del mismo protagonista tras asistencia de Valdés. Pep, que se lo estaba pasando pirata con el árbitro, miró al banquillo y pensó (“Oye, ¿y si quito a Etoo y metó a Busquets de 9?, no puede fallar…) dicho y hecho. Hecho el desastre y la lentitud ofensiva, ya que el centro del campo compuesto por Guddy, Busquets, Touré y Xavi, hacían al Barça una máquina de fútbol previsible. Solo Toure Yaya maquilló un poco el resultado de la que sería la primera derrota en casa de toda la Liga. Hablemos de los que esta jornada pusieron el fútbol.

Los blancos ya se habían adelantado en el márcador antes de que Pepe Domingo Castaño dijese “el talonario, el talonario, talonario Bancotel”. Higuaín deja comiendo césped cual res (tranquilo Becquer!!) a Ricardo y bate a placer. El segundo gol llegaría por parte de Huntelaar. El Holandés recibe un pase esplendido del meta verdiblanco y fusila a placer la portería rival. Minutos más tarde volvería marcar un gol de “hartible” el bueno de Klaas, tras un nuevo rechace del arquero portugués. Fue entonces cuando llegó la reacción sevillana (con un 3-0 en el Bernabéu en el min 30, bravo). Ricardo Oliveira, que desde que ha llegado parece que el Betis jugaba sin delanteros, sacó un zarpazo desde mitad de campo que sorprendía a un Casillas que pensaba en que echarian en la tele luego, dado el poco trabajo que tuvo hasta el momento. Qué Iker es mejor portero que Valdés no os lo voy a enseñar yo, pero esta superioridad llega hasta tal punto, que el madrileño es capaz de dar un pase (riete tu de Guti) a Oliveira y que luego este sea incapaz de batirle. Impresionante.

Cansado de tanta intentona fallida verdiblanca, Raúl saco el libro de los goles y dio dos clases gratuitas de cómo marcar dos golazos al primer toque. El primero ajustándola a un palo pillando al portero a contrapié. Y el segundo tras cucharilla marca de la casa a la que nada puede hacer Ricardo. Cuando se cumplió el min 45 y parecía que nos íbamos al descanso; falta al borde del área. La cuelga el Beckham de Buenos Aires ¿Gago? Anda ya!! Super Gabi Heinze, que pone el esférico en la diadema que se pone mi tia Loly para ir al supermercado pero que también tiene Sergio Ramos y gol. Piiii, 6-1 al descanso y tochazo para leer. Si Punset pudo, ¿Por qué tu no?

Segunda parte en el Bernabeu, pero no llegarían más goles por parte de los blancos. Aun así la parroquia madridista siguió celebrando los goles que llegaban desde Barcelona, ya que un gol de la Peña tenía más valor que tres del Madrid en ese momento. Si te has leído el tocho anterior, eres un campeón y no te castigaré con más letras. Vamos a los premios:

La papa aliña: Raúl. El delantero madridista marcó dos autenticos golazos, lidera un Madrid resurgido que no tiene baches y llama con fuerza a la puerta de la selección. Con actuaciones así se consigue vestir la roja y no lloriqueando en entrevistas.

El babuchazo:Velasco Carballo. El colegiado mostró diez cartulinas amarillas, expulsó a dos jugadores y un ayudante, del campo y se inventó el penalti que le dio la victoria a los locales. Para colmo sospecho que votó a Melody para Eurovisión. Babuchazo al canto.