Mientras Anacleto “agente secreto” echaba el currículum en las oficinas del PP de Madrid, yo escribía el siguiente artículo:
El Madrid gana por la mínima y el Barça gustándose… pues vaya novedad. Estamos sufriendo un bucle deportivo que parece no tener fin hasta mayo. Pues bien, con semejante panorama tiene que lidiar un servidor semana tras semana para escribir un artículo donde informar de unas novedades inexistentes. Pero esta semana no volveré a caer en la trampa. Afortunadamente, esta semana se ha disputado el segundo mejor derbi de Europa por detrás del majestuoso derbi protagonizado por el Notingan miedo y el Maccabi de levantar. Sin que sirva de precedente, esta semana nos volcaremos en lo que ha dado de sí el partido disputado en Nervión y dejaremos a un lado la actualidad de los dos grandes.
Hay situaciones en la vida en la que el mismísimo Tonino se pondría más tenso que Marco en Sorpresa-Sorpresa y sudaría más que Camacho debajo de un plástico. Una por las que todos tendremos que pasar, exceptuando a Carmen de Mairena, es la cena en la que conoces a los padres de tu novia. Si todavía no has vivido esta experiencia o por lo contrario, ya la viviste pero hiciste un ridículo comparable al de Ortega Cano en MQB, te aconsejo que leas este texto para sentirte identificado. Lo primero es ponerte presentable. Olvídate del chándal con los bajos destrozados y de llevar el pelo como si te hubiese peinado una vaca a lametones. Vestimenta seria, zapatos o zapatillas que no sean Adidash y golpetazo de colonia en la cara que te dure el escozor lo mismo que un programa de “Donde estás corazón”. Desgraciadamente, la tinta del Word se me está acabando y no puedo continuar mi ayuda al querido lector. Me plantaré en la tienda de informática, le contaré mi problema al dependiente, (a ver qué me dice) y volveré la semana que viene. Por ahora el que vuelve a casa es Oliveira y mirad como cantaba Chaparro su gol…
El partido comenzó con la estadística de los 13 años sin ganar sobre la espalda de los béticos, Oliveira como delantero de inicio y con más cates que las notas de Paquirrín. Comenzó dominando el Sevilla pero la gran colocación de los verdiblancos y lo superado que estuvo Diego Capel por Nelson durante el encuentro, produjo que la primera parte fuese un; Navas VS Betis (panadería muy buena la del sevillano por cierto).
La segunda parte fue otra cosa. El cansancio y los espacios arrancaron del campo la siesta de la abuela del Betis y las carreras que se pegaba el chaval del “Réflex”. El festival de golpes en honor a Alfaro, Téllez y Ballesteros aún no había acabado. Duscher quiso un sitio de honor en el pasillo de la violencia (Hall of Coski), pero el árbitro se percató del percal que perecía y le pareció no perdonarle la tarjeta roja. Justo en la siguiente jugada, balón en largo para Sergio García, el catalán lanza la pierna de una forma que si la engancha bien rompe el video marcador del Pizjuán y si la roza es un golazo, y para disgusto de la parroquia presente se da la segunda opción.
El Sevilla herido se lanza en busca del empate, más tarde buscarían a Duscher… pero en otra contra el Betis vuelve a marcar. En esta ocasión con Oliveira como protagonista. El brasileño marcó el segundo gol del debut soñado. La desesperación y los escasos minutos eran dueños de las mentes de los jugadores locales. El gol de honor logró marcarlo Kanoute en un remate de cabeza en el que Ricardo solo puede afeitarse el sobaco contra la cepa del poste. Final del partido.
Victoria necesaria para alejar a los fantasmas del descenso para el Betis y derrota que genera una mini-crisis en el equipo de Nervión. Los sevillistas siguen en tercer puesto gracias a la derrota del Valencia pero el gran estado del Málaga puede causarles alguna que otra mala digestión. Y hablando de comer… vamos con la papa aliñá.
La papa aliñá: Salva Ballesta. Tras volver de una lesión, salió al rescate de los suyos para dar la vuelta al partido frente al Almería, poner al estadio en pie y acertar una casilla de la quiniela a un servidor que lloraba por las esquinas.
El babuchazo: Paco Chaparro. El entrenador que tiene una cara que es una mezcla de Mick Jagger y las caretas que se ponen los americanos para atracar un banco, realizó un corte de mangas al finalizar el derbi sevillano. Aunque el Sevilla F. C. sea el eterno rival hay que tener unos modales señor Jagger.
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1 comentarios:
Pues parece que sí que hay un bucle Cinder, hasta nuevo aviso.
De momento hay que buscarse recambio de tinta para el word :P jaja (Y)
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