La Previa Cinderiana

12:36 a.m. hora zulú. Me dispongo a escribir mi primera previa y, desgraciadamente, lo tengo que hacer en el pc donde nunca realizo artículos. El ordenador que suelo utilizar para redactar se me ha estropeado y el técnico se ha encariñado con el (se lo lleva a comer a sitios romanticos incluso), ya que lleva una semana con el aparato en cuestión. El primer impedimento para escribir el artículo lo encuentro en el majestuoso Word Pad. Suelo redactar en Microsoft Word y el procesador de textos por defecto de Windows es a la escritura, lo que la música militar a la música. Bien, aqui estamos mi ordenador cafetera, mi Word Pad y la incerteza de estar al nivel debido a semejante estreno. Que la potra te acompañe Luke, pisha.

El Barca-Madrid es el único encuentro del mundo que tiene la característica de jugarse dos veces al año y ser el partido del siglo. Aunque hay que reconocer que los factores han cambiado mucho desde el último encuentro. La última vez que se enfrentaron los dos conjuntos fue en el famoso partido del “pasillo”, donde los azulgranas recibieron con aplausos y palmaditas en la espalda a los campeones de liga. La situación fue tan ridiculizante para los catalanes que sigue siendo una herida abierta y el poster publicado por el Marca con dicho pasillo no ayudó cicatrizar (y eso que va de objetivo). Ahora son los catalanes los que tienen la oportunidad de dar palmaditas, pero en la cara de los merengues (futbolisticamente hablando) y con la mano que les quede libre golpear la mesa de la liga para dejar claro que las bazas han cambiado.

En estos partidos se ha visto de todo: cabezas de cochino (aún sin ir al palco Lorenzo Sanz), mecherazos a futbolistas (cuando la puntería no es admirable), cortes de mangar al público... La tensión y, en ocasiones, (no nos engañemos) el odio que se respira en estos encuentros es producto de una rivalidad futbolistica heterogenea como el Ying y el Yang, el agua y el aceite o Bertín y Ozzy Osbourne. Que el Real Madrid saque algo positivo del Camp Nou es más dificil que matar un cochino a besos, pero esto es futbol y cosas más raras se han visto. Mención especial merecen las bajas que sufren los blancos mas la baja por sanción de Robben (ya se le podía lesionar la lengua a mr. Reflex pensará mas de uno). Y es que el equipo de Juande Ramos (ahora vamos con el turrón) no gana para disgustos y al preparador físico le han preparado la cuenta Vip en la farmacia ante tanta venda y tanta cremita anti-inflamatoria.

Pero sin lugar a dudas, la noticia “pre-clásico” ha estado en el bigote de Bernd Schuster. Ultimamente, el mostacho rubio andaba algo torcido y Ramón Calderon (hijo bastardo de Vicente) le ha cesado porque era incapaz de ganar a un Sevilla con Salgado, Drenthe, Bueno y poco más. Bueno, por eso y por que el alemán tiene el mismo logopeda que Robben. El encargado de enderezar el rumbo del barco blanco que navega a la deriva (tranquilo Paco Alba!) es Juande Ramos. El mister de ciudad real (mister de entrenador, no de guapo) fue el primer ganador de nuestro querido “babuchazo” así que ya sabes Juande, una y no más.

Con todos estos ingredientes, ya tenemos preparado el clásico. La semana se ha hecho más larga que la mili de Rambo, pero la espera seguro que valdrá la pena. A los cules les diría que les doy como favoritos, pero si finalmente el resultado les es desfavorable, que se compren caparazones de tortuga tamaño bungalow. Y a los merengues les diría que cuenten hasta diez mentalmente cuando vean a la más que posible alineación de Michel Salgado de lateral izquierdo emparejado con Messi, antes de intentar ahorcaros con el marca y que si pierden, pensad que todavía queda toda la segunda vuelta para que acortar distancias y, con un poco de suerte, un tal Huntelaar estará ya recuperado. Pase lo que pase el sábado en Barcelona, esperemos poder disfrutar de un buen partido y que el árbitro pase totalmente inadvertido. Aunque en caso contrario, ya tendría un babuchazo asegurado. Asi son las cosas y así de malamente las hemos contado.